BrickMuse, Twitter Premium y la era del odio remunerado
Gracias a Elon Musk, tu odio ahora puede ser recompensado económicamente. ¡Aprovecha!
Cada vez queda menos gente decente en X, formerly known as Twitter. Es lo que tiene que se haya convertido en un estercolero. Las redes sociales ya de por sí tienden a tener una cuota alta de odio. Es lo que tiene que cualquiera pueda crearse una cuenta anónima en un par de minutos y poder escribir directamente a cualquier otra persona presente en esa red social. El anonimato y el actuar a través de una pantalla, y no cara a cara, saca lo más bajo de la gente. Muchos lo usan como forma de desahogo, para decir lo que de otra forma no serían capaces de decirle a nadie a la cara.
Y qué os voy a contar ya si el dueño del garito dice que hay barra libre y que, además, se recompensará al más popular. La idea de pagar a aquellos que más visualizaciones generen con su contenido podría haberse visto como algo que ayudase a mejorar el contenido de la red social de Elon Musk, pero rápidamente se vio que iba a ser todo lo contrario. Hay algunos pocos ejemplos de gente que comparte buen contenido y es recompensada con visualizaciones. No es lo común.
La mayor parte, por desgracia, lo que hacen es resubir continuamente vídeos y memes repetidos, robar contenido a otras cuentas, y generar odio. Porque no hay nada que nos incite más a reaccionar que el odio, que se metan con nuestro jugador o equipo favorito, o contribuir a la lapidación pública de alguien que nos cae mal.
Así es como funciona el algoritmo y la pestaña “para ti”. Cada Like que tiene un post bonifica por 30 las probabilidades de que salga en esa pestaña a alguien que no te sigue. Los RT lo bonifican por 20. Las respuestas, sin embargo, solo añaden un poco de valor. Pero a la hora de monetizar lo que se cuentan son las visualizaciones de los anuncios que se colocan debajo del tuit en cuestión. Así que cuanto más polémico y más debate genere, y más tiempo pase la gente leyendo las respuestas, mejor.
No voy a venir tampoco yo aquí ahora a daros clases sobre moral o sobre cómo comportarse en las redes sociales. Yo, que en cuanto puedo me meto en el barro hasta las rodillas, que me gusta más torear a trolls en Twitter que a un tonto un lápiz. Supongo que con mi actitud también contribuyo a ello, tengo mi parte de culpa. No miento cuando digo que me gustaría ser un poco más comedido, pasar de las respuestas que te entran de malas maneras, bloquear y a otra cosa. Ya me gustaría. Al menos pongo mi cara y mi nombre delante de todo lo que digo. Los que me siguen o los que me pagan por escribir de NBA supongo que cuentan con ello.
También yo tengo Twitter Blue y recibo dinero por lo que tuiteo. En mi caso, no sale muy a cuenta económicamente, al menos por ahora. Lo que cuesta el simbolito azul es un poco menos que lo que sumaría con todos los pagos que me hace Elon.
Personalmente, lo pago porque he entendido que no me queda otra. La visibilidad es necesaria para llegar a más gente que pueda leerme y que, con un poco de suerte, decida suscribirse aquí en algún momento. Os hablaba antes del algoritmo y de lo que te bonifica. No tener twitter blue te penaliza muchísimo.
En los primeros meses en los que Musk puso en marcha ese programa, los datos de visualización de mis tuits bajaron dramáticamente. Alrededor de un 50%. Para alguien que está tratando de establecer una vía de trabajo secundaria (ya sabéis que este no es mi trabajo principal) con el sueño de que algún día pueda ser la principal, la visibilidad es vital. Si no te ven, no te leen. Por mucho que a la gente que me contrata de NBA ID o de Mundo Deportivo le gusten mis artículos o mi estilo, si lo leen cuatro pelagatos los números no salen.
He ahí otro problema: si pones enlaces externos en Twitter, el algoritmo directamente te aniquila. Especialmente si es de sitios como Substack, a los que Elon considera competencia directa. Cualquier post con enlace externo se muestra en el timeline cinco veces menos que un post normal. Y es acumulativo. Cuantos más enlaces externos compartes, más te esconde Mr. X.
La mezcla de anonimato + distancia tras una pantalla + relevancia por tener una gran cantidad de seguidores + bonificación por impresiones de publicidad en tus posts puede ser muy peligrosa. Y por eso hemos visto una proliferación de cuentas que aprovechan discursos de odio y memes negativos para generar interacciones.
BrickMuse era/es una de esas cuentas. Con 75.000 seguidores y un crecimiento enorme en los últimos meses, se estaba convirtiendo en una de esas cuentas que generan muchas interacciones a base de negatividad. Lo que pasa es que esta cuenta en concreto ha llegado a sobrepasar algunos límites de decencia.
Y eso le ha terminado constando caro.
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