Hoy se cumplen cinco años desde que un accidente de helicóptero nos dejara sin habla y sin las vidas de Kobe Bryant, Gianna Bryant, Payton Chester, Sarah Chester, Alyssa Altobelli, Keri Altobelli, John Altobelli, Christina Mauser, y Ara Zobayan.
Como no puede ser de otra manera, hoy todo gira entorno a Kobe, Gianna y sus ausencias. Suena muy peliculero, pero creo que todos recordaremos el momento en el que te enteras de la muerte de alguien como Kobe Bryant, y durante la jornada de hoy será inevitable recordarlo. Los primeros rumores según veía pasar los tuits en TweetDeck. La incredulidad.
"¿Qué pasa? Te has quedado blanco", me dijeron en casa.
El WhatsApp ardiendo. Los mensajes de esas personas con las que hace tiempo que no hablas, o con las que puede incluso que no hubieras hablado nunca antes de baloncesto, pero te escribían para ver si era verdad o fake news.
Ese pensamiento continuo de "no puede ser". Tener la vista casi perdida en el timeline leyendo las reacciones de la gente. Esa sensación de… ¿vacío? Puede ser.
Recuerdo perfectamente esa convicción que tenía en el momento de que, en cualquier momento, alguien iba a desmentir la noticia. Ese desmentido que no llegó. También recordaba la confirmación de que había sucedido, y de que estaba acompañado por su hija. Recordaba la desolación.
Yo nunca fui precisamente fan de Kobe Bryant. Más bien podría decirse todo lo contrario. Como seguidor de los Dallas Mavericks, Kobe era más un rival y alguien a quien odiar. Tampoco ayudó la llegada de Pau Gasol a los Lakers y esa ingente cantidad de seguidores angelinos que se multiplicaron en nuestro país. Yo por aquel entonces estaba en aquella fase en la que uno se siente superior por llevar más tiempo siguiendo la liga que todos aquellos "casuals" que se subían al carro de los Lakers y de Kobe debido a Pau. En sus anillos me alegraba por Pau, pero odiaba a Kobe. El barrido de los Mavs a los Lakers en 2011 fue una de las mejores sensaciones de mi vida, en parte porque era contra él.
Por suerte, con el tiempo todos maduramos en mayor o menor medida y pasé esa fase, pero a Kobe durante mucho tiempo le seguí mirando con el entrecejo fruncido. También reconozco que a mi parte troll le gustaba picar a sus fans con Colorado, con su ineficiencia y con la trincada de su contrato habiéndose lesionado ya el aquiles. Para mí Kobe no era el héroe de la historia.
Para mí, Kobe era ese villano al que sin querer ibas humanizando, del que preferirías no conocer tanto para poder odiarle a gusto y sin reservas. Pero, sobre todo, era el villano recurrente, el que siempre estaba ahí, capítulo tras capítulo, y que finalmente, en el momento crucial en el que la serie debía terminar, pasaba a ser bueno y a dedicar sus poderes para el bien, como trataba de hacer con su implicación en el baloncesto femenino. Era imposible que Kobe Bryant muriese. Una parte de mí sigue pensándolo.
Con esto no busco más que decir que hasta a mí, alguien que podría ser considerado hater de Kobe Bryant, que no olvida tampoco sus capítulos negativos, su muerte le dejó impactado, desolado, e incluso desamparado.
Han pasado ya cinco años, y creo que sigo sin haberlo asimilado.
Siendo del 92 mi adolescencia coincidió con la carrera de Kobe y siempre pensé que era el mejor que había visto en mi vida, aunque mi fav era Ray Allen.
Sólo veía los partidos y consumía la revista NBA y Gigantes así que no fue hasta más tarde cuando me enteré de lo de Colorado. Así que con Kobe tengo esa dualidad, la admiración como jugador pero cierto desprecio hacia la persona por lo que hizo y la impunidad y la sensación de que todo el mundo ha enterrado ese asunto como si no hubiese sucedido. Tras leer el gran libro "el circo de los tres anillos" mi imagen de Kobe no mejoró la verdad.
En fin, 5 años sin uno de los mejores que jamás hayan jugado pero con sombras fuera de la pista.
P.d: tampoco soy nada fan de la "Mamba Mentality"