El tanking de los Jazz vs el tanking de los Mavs
Por segunda ocasión consecutiva, la temporada de los Utah Jazz se desmorona por decisiones tomadas voluntariamente desde los despachos y el banquillo.
Me da un poco de miedo publicar esto justo antes de que los Utah Jazz jueguen contra los Dallas Mavericks, pero es lo que hay.
Precisamente dentro de poco se va a cumplir un año desde que los Mavs tomaron una de las decisiones más vergonzosas de la historia de la franquicia, tankeando los dos últimos partidos de la temporada regular para mantener su pick 10 del Draft.
Una de las más vergonzosas pero también de las más necesarias, ya que incluso ganando esos dos últimos partidos no habrían entrado en el Play-in, pero las pelotitas de la lotería se habrían distribuido de tal manera que seguramente ahora mismo no contarían con los rookies Dereck Lively y OMax Prosper en su plantilla.
Cuando los Mavs tomaron esa decisión, los medios se echaron encima de ellos. Aún recuerdo el destrozo que les hicieron en Mínimo de Veterano, The Hoop Collective, The Mismatch, incluso Bill Simmons y Russillo se lanzaron como leones. No me parece mal, lo que hicieron al finalizar la temporada pasada fue de circo. Pero creo que el tiempo, y Dereck Lively en concreto, han dado la razón a los Mavs por más daño que haga al espíritu competitivo.
Ahora, no se recibió ese tanking de dos partidos de la misma manera que se recibe el tanking de meses que se hace en otros casos. Lógico, por una parte, al tener aún posibilidades de entrar en el Play-In. Más estadísticas que reales, pero posibilidades había, al fin y al cabo. Pero, por otra parte, dejando de lado a equipos que claramente se dejaron ir desde el All Star, cuando también estaban en posición de pelear hasta el final.
El año pasado los Utah Jazz fueron uno de esos equipos que podían haber peleado pero decidieron no hacerlo. Y este año lo han vuelto a hacer.
Como siempre sucede en estos casos, la decisión de tankear no la toman los jugadores. Estos entendemos que siempre juegan para ganar. Pero las decisiones que se toman en los despachos e incluso el banquillo no siempre se dirigen al éxito a corto plazo. Ya lo vimos el año pasado cuando Danny Ainge le hizo un regalito a los Lakers y se quitó varias piezas importantes de un equipo que estaba en el Play-In contra todo pronóstico, y lo ha vuelto a hacer este año.
Después de encadenar dos meses positivos en diciembre y enero, los Jazz volvían a estar en puestos de Play-In del oeste en las fechas del trade deadline. Entonces Ainge traspasó a tres jugadores de su rotación como Kelly Olynyk, Ochai Agbaji, y Simone Fontecchio a cambio de una ronda tardía de 2024 (pick 28 ahora mismo), una segunda ronda, Kevin Knox (cortado), Otto Porter Jr. (retirado), Kira Lewis y los derechos de Gabriele Procida.
La baja de Fontecchio era más importante de lo que podría parecer. Estos son los quintetos más utilizados esta temporada por los Jazz, ordenados de mejor a peor. Fontecchio estaba en dos de ellos, incluido el más usado de la temporada.
Desde el trade deadline, este es el quinteto más utilizado:
Ese mismo es el quinteto más utilizado en el último mes, y el segundo más usado es el siguiente:
Los Jazz traspasaron a jugadores importantes y empezaron a hacer cosas raras con las rotaciones, bajo la premisa de “desarrollar” a los jugadores jóvenes. Todo ello girando alrededor del hecho de que le deben un pick protegido top 10 a OKC, y ahora mismo, después de esas decisiones en los despachos y el banquillo, se lo quedarían (9º).
El hecho de tankear por un pick 9 (y las probabilidades de las bolitas) en uno de los peores Drafts de talento top de los últimos años es tema para otro día. El año pasado eligieron con el mismo pick a Taylor Hendricks, quien no ha tenido impacto alguno esta temporada. Por el camino han jugado con la química del equipo, la moral de jugadores como Walker Kessler, una gran nota positiva del año pasado y cuya confianza se hundió cuando le hicieron suplente de John Collins, y han terminado con los ánimos de jugadores y aficionados.
Esto escribían en The J Notes poco después del trade deadline:
La moral puede ser algo que te lleve al éxito o al fracaso dependiendo de cómo la cuides. Un equipo mal dirigido probablemente tenga la moral baja. Los jugadores pedirán traspasos, los agentes libres no vendrán y los picks de Draft intentarán marcharse cuando terminen sus contratos. Es algo que no se puede solucionar fácilmente pero que es muy fácil fastidiar.
Y parece que eso es lo que Danny Ainge y Justin Zanik han hecho con los Utah Jazz. El trade deadline no ha ido como quería el equipo, recibiendo activos de Draft pobres a cambio de jugadores importantes. Los fans no son los únicos que ven lo poco que han sacado, los jugadores también, y no están muy contentos.
Andy Larsen publicaba lo siguiente tras salir del vestuario de los Jazz el 13 de febrero.:
Esta noche los jugadores estaban muy habladores a pesar de perder. No es porque les diera igual ganar o perder, es porque están muy frustrados por el estado del equipo. Y no les importaba que los medios lo supieran. En particular, sentían que les habían engañado.
El CEO de los Jazz, Danny Ainge, fue preguntado antes de la temporada por el deseo de Lauri Markkanen de jugar los Playoffs en 2024.
Ainge respondió: “Queremos entrar en Playoffs. Hagámoslo. Quiero estar en los Playoffs también, Lauri”.
Después traspasó a tres jugadores de la rotación sin recibir nada que ayudase ahora mientras tenían opciones realistas de estar en el Play-In. Como resultado, los jugadores se sienten derrotados… como si sus esfuerzos de esta temporada fueran en vano. Como si la front office les hubiera defraudado, otra vez.
Y es un sentimiento que he visto replicado en otros periodistas y fans del equipo.
Desde un punto de vista de activos puede entenderse en cierta medida lo que está haciendo Danny Ainge, y al fin y al cabo cuando este equipo sea competitivo igual solo siguen Markkanen (al que creo que mejorarán el contrato este verano) y poco más, pero tampoco es que lo que está consiguiendo a cambio de los jugadores que traspasa, o con los picks propios que mantienen, sea gran cosa.
Van a tankear dos años de posible Play-in con un equipo joven a cambio de dos picks 9 (salvo golpe de suerte en la Lotería), habiendo elegido ya con el primero de ellos a un tres o cuatro que proyecta como 3+D pero no tiene un techo muy elevado.
Si no contamos a Markkanen, pocos otros jugadores proyectan a estar muy por encima de la media en sus posiciones. Después de tankear este año le van a seguir debiendo un pick protegido top 10 a OKC el año que viene. ¿Volverán a tankear? Sigue con protección top 10 en 2025 y top 8 en 2026.
Los picks futuros que tienen de otras franquicias son los siguientes:
2025 Cleveland - Fuera de Lotería salvo que Donovan Mitchell pida el traspaso, e igual ni por esas es de Lotería.
2025 Minnesota - Fuera de Lotería.
2026 Pick Swap con Minnesota o Cleveland - Siempre y cuando Utah haya dado el pick que le debe a OKC en 2025. Si no lo han dado, Utah solo mantiene su pick de 2026 si es top 8. Y en ese caso es difícil que les merezca la pena hacer un swap, muy mala temporada tienen que tener Wolves o Cavs.
2027 de Cleveland y de Minnesota - Aquí nos empezamos a alejar lo suficiente como para que pueda a ser interesante, pero de momento no gritan “pick top”.
2027 de Lakers - Protegido top 4. Tiene potencial, pero nunca será mejor que un pick 5. En el caso de que los Lakers estén tan mal que terminen quedándose el pick, se convierte en una segunda ronda.
2028 de Cleveland - Posible pick swap.
2029 de Cleveland - Lo dicho antes, sin protecciones, puede ser interesante. No lo sabemos aún.
2029 de Minnesota - Protegido top 5, se convierte en una segunda ronda si cae en la protección.
De todo esto lo más interesante está claro que es lo más alejado en el tiempo, pero más por la duda que por que pueda ser algo medianamente seguro. Y no nos olvidemos de que esos picks fueron los que lograron traspasando a Donovan Mitchell y Rudy Gobert va a hacer ahora ya dos años, no de los movimientos de tanking de estas dos últimas temporadas.
Lo que hicieron los Dallas Mavericks durante dos partidos de la temporada regular del año pasado supuso una vergüenza para la liga porque expuso de una manera muy mediática el problema que hay con su sistema de Draft, en el que a un equipo le merece más la pena perder dos encuentros y mantener su pick que intentar alargar su temporada por si se produce un milagro. La NBA multó con 750.000 dólares a los Mavs, una suma que volverían a pagar gustosamente a cambio de un pívot como Dereck Lively.
Los Mavericks sacaron un jugador joven que ha sido vital para relanzar su proyecto, y quién sabe si lo pueda ser para lograr mantener a Luka Doncic en el equipo. Lo que van a conseguir los Utah Jazz con dos temporadas tiradas desde el trade deadline lo veremos en un futuro no muy lejano.