La WNBA anuncia tres decisiones importantes. ¿Seguirá el mismo camino la NBA con Seattle y Las Vegas?
Uno de los anuncios de la WNBA, que sigue batiendo récords de audiencia, no le ha hecho ninguna gracia a los fans de las Golden State Valkyries.
Unas horas antes de que comenzaran las Finales de la WNBA entre las Minnesota Lynx y las New York Liberty, la comisionada de la WNBA, Cathy Engelbert, hizo varios anuncios importantes sobre el futuro de la liga.
Uno de los anuncios fue que las Finales de la WNBA se convertirán en una serie al mejor de siete partidos en lugar del actual formato de cinco encuentros, comenzando en 2025, la próxima temporada. Se seguirá el mismo formato que en la NBA, con el equipo que tenga el factor cancha a favor disputando en casa los encuentros 1, 2, 5 y 7, si fuera necesario.
Engelbert también anunció que la temporada regular de la liga se expandirá a 44 partidos, en lugar de los 40 actuales, al pasar de los 12 equipos que había a 13. Con la llegada de nuevas franquicias en los próximos años ese número irá en aumento, porque cuantos más partidos hay, más dinero se ingresa de las televisiones. Se ha confirmado ya que se llegará a 15 franquicias en 2026, y aspiran a tener 16 ya en 2028.
Un tercer anuncio fue que cada equipo en los Playoffs tendrá asegurado al menos un partido en casa, algo que ahora no sucedía al jugarse la primera ronda al mejor de tres y disputándose los dos primeros partidos en la casa del equipo con el factor cancha a favor. Ahora pasará a disputarse en formato 1-1-1, algo en lo que posiblemente haya tenido que ver que este año ninguna serie llegase al tercer partido. El formato 2-1 puede añadirle cierto interés, pero si al final sucede lo mismo que esta temporada el equipo sin factor cancha se queda sin cobrar las entradas de un partido de Playoffs. Malo para el negocio.
Engelbert también reveló que la lotería del Draft de la WNBA de 2025 se llevará a cabo el 17 de noviembre, y contará con cuatro equipos participantes: las Sparks, las Wings, las Sky y las Mystics. El gran premio es Paige Bueckers, número 1 del Draft prácticamente asegurado. Estas son las probabilidades:
Sin embargo, y aquí es donde voy a lo que creo que es interesante ir adelantando para la NBA el nuevo equipo de expansión Golden State Valkyries no formará parte de la lotería, ya que tienen garantizada la quinta selección en el Draft de la WNBA 2025. Aunque obtener la quinta selección significa que las Valkyries conseguirán a una rookie de élite, también significa que casi con toda seguridad no podrán seleccionar a la estrella de UConn.
¿Por qué enlazo esto con la NBA? Porque cuando lleguen las nuevas franquicias que todo el mundo espera que se integren en el próximo lustro en Las Vegas y Seattle, la NBA casi seguro hará lo mismo.
¿Cuándo llegará ese momento? Según ESPN, antes de 2030.
¿Cuándo podría la NBA tener un nuevo equipo o equipos?
Es un proceso fluido e incierto. La última vez que la NBA anunció una expansión fue en 2002, y los Charlotte Bobcats comenzaron a jugar en octubre de 2004. Sin embargo, esa rapidez no es una comparación justa porque la liga no consideró otras ciudades y estaba reemplazando a un equipo que se había trasladado (los Hornets se mudaron a Nueva Orleans ese año), lo que permitió una rápida implementación.
Como Silver aún no se ha comprometido completamente con la expansión y mantiene sin definir el calendario para iniciar el proceso, ambas partes —fuentes de la liga y personas que están trabajando en formar grupos de licitación— están apuntando a la temporada 2027-28. Aunque comenzar en la temporada 2026-27 no es imposible, se ha vuelto menos realista.
Eso puede parecer mucho tiempo, especialmente para los aficionados en ciudades que están esperando un equipo. Pero el proceso tendrá varias fases: decidir si se va a expandir, seleccionar las ciudades, elegir los grupos propietarios en lo que podría ser un proceso de licitación amplio y permitir que el nuevo equipo o equipos desarrollen la infraestructura necesaria.
Llegue cuando llegue ese momento, una vez que empiecen a funcionar y encaren la temporada de su estreno, los equipos de expansión también contarían con picks en el Draft de rookies. Y, como sucede con las Golden State Valkyries, casi con total seguridad se quedarán sin la opción de optar al número 1. Ya hay antecedentes que lo adelantan.
No hay ninguna norma establecida sobre en qué posición deben elegir, así que depende de lo que negocien. En 2004 a los Bobcats se les adjudicó el pick 4, aunque hicieron un traspaso para subir al 2º puesto y elegir a Emeka Okafor. En 1995, cuando entraron los Vancouver Grizzlies y los Toronto Raptors, las nuevas franquicias canadienses eligieron respectivamente con los picks 6 y 7. Se trata de una cuestión de negociación entre las nuevas franquicias y la NBA.
Mientras yo elucubro con todo esto, las Finales de la temporada de la explosión de la WNBA siguen en marcha. Después de perder el primer partido en casa, las Liberty estaban obligadas a ganar el game 2, y así lo hicieron el pasado domingo. Esta noche se disputa el game 3, desplazándose ya la serie a Minnesota.
Como ya sabéis, esta temporada ha contado con el impulso mediático de la llegada de Caitlin Clark, pero los Playoffs han visto buenos resultados de audiencias a pesar incluso de que las Indiana Fever fueron eliminadas a las primeras de cambio. El game 1 de las Finales entre las Lynx y las Liberty alcanzó una media de 1.14 millones de espectadores, la mayor audiencia de un partido de las Finales en más de 20 años (desde el Game 2 de 2003, según Sports Media Watch). Si nos ceñimos solo a Game 1 de las Finales, fue el más visto de la historia.
Datos espectaculares, sí. Pero, además, superados por el game 2.
Porque si el Game 1 era el más visto desde 2003 en unas Finales, el segundo partido de la serie fue el más visto desde 2001, y se trata de el segundo partido de la WNBA más visto en la historia en ESPN. La media de 1.34 millones de espectadores solo es superada por el Game 3 de las Finales de 1998. Y eso que el pasado domingo tenían la competencia de la NFL.
Gane quien gane el anillo se escribirá un nuevo capítulo en la historia de la WNBA. Ya sea con las New York Liberty, una franquicia original de la WNBA, ganando su primer título de campeonas, o con Cheryl Reeve haciendo algo de lo que no hay precedentes: ganar una medalla de oro olímpica y un título de la WNBA como entrenadora principal en el mismo año.