Los Phoenix Suns al final no eran los más listos de la clase (previa verano 2025)
Todos damos por hecho que Kevin Durant será traspasado. ¿Qué pasará con Bradley Beal? ¿Podrán salvar el proyecto Booker?
Mat Ishbia asumió la propiedad de los Phoenix Suns poco antes de que la NBA implementara un nuevo acuerdo colectivo con un segundo umbral de impuesto de lujo más restrictivo, conocido como segundo apron. Este umbral fue diseñado para evitar que los equipos mantuvieran una cantidad de salarios alta durante un período de tiempo prolongado, pero los Suns respondieron sumergiéndose profundamente en él para maximizar sus posibilidades de ganar un título con un núcleo formado por Kevin Durant y Devin Booker.
Las intenciones quedaron claras de inmediato.
Cuando los Phoenix Suns adquirieron a Bradley Beal en aquella offseason, justo antes de que entrasen en vigor las penalizaciones más importantes, un artículo de Brian Windhorst en ESPN detalló los planes de Phoenix para "explotar" el segundo apron.
"Entiendo todas las reglas que vienen con el segundo apron. Comprendo exactamente qué se ha intentado hacer en el convenio", le dijo en aquel entonces Ishbia a Ramona Shelburne. "Lo leí, lo conozco a fondo, y tomamos una decisión calculada de que creemos que el equipo con los mejores jugadores es el que gana. ¿Prefiero tener a Bradley Beal, Kevin Durant y Devin Booker en lugar de solo dos de ellos? Prefiero tener a los tres cien veces de cada cien, y no creo que haya otro general manager, propietario o director ejecutivo que no diría exactamente lo mismo”.
Y hace tan solo unas semanas, Ishbia ha dicho que va a tomar aún un papel mucho más involucrado en la toma de decisiones importantes. Porque siempre sale bien eso de que el dueño se meta a GM.
A día de hoy, cada vez más gente piensa que no es viable tener tres grandes contratos en tu franquicia, y que el camino a seguir son dos máximos y luego unos cuantos contratos medios. La idea de los Suns falló, quizás no tanto porque fuera mala en sí, puede que fuera porque lo hicieron con jugadores que no eran realmente ese nivel de estrella, especialmente uno. Y ahora están en la situación en la que están.
Vamos a analizar el verano que tienen por delante los Phoenix Suns desde cinco puntos de vista:
1. Intentando escapar del abismo fiscal
2. ¿Otra agencia libre de mínimos?
3. Extensiones contractuales: Booker y ¿Durant?
4. Necesidades de la plantilla: renacer desde la defensa
5. Cómo rearmarse alrededor de Devin Booker
Vamos a ello.
1. Intentando escapar del abismo fiscal
Los Suns entran en este verano $25 millones por encima del segundo apron ($207.9 millones) y se enfrentan a una penalización por impuesto de lujo ni más ni menos que de alrededor de $260 millones. Con $162 millones comprometidos en Booker, Durant, y Beal, más de un 70% de las nóminas de la plantilla, la flexibilidad que tienen los Suns es nula.
Declinar la opción de Vasilije Micic ($8.1 millones, fecha límite el 29 de junio) parece algo obvio, con el jugador casi seguro prefiriendo regresar a Europa (parece que ya tiene su futuro en Turquía), y renunciar al salario no garantizado de Cody Martin ($8.7 millones, fecha límite el 30 de junio, aunque podrían retrasarla) ahorraría una barbaridad, más de $100 millones teniendo en cuenta el impuesto de lujo repetido, dejando al equipo $7 millones sobre el segundo apron. También tienen la opción de cortar a Nick Richards ($5 millones, 29 de junio como fecha en la que se garantiza el contrato) pero este sí que tiene un valor deportivo importante en el presente de la franquicia, así que no parece algo probable.
El objetivo principal de los Suns debe ser salir del segundo apron, que como ya sabemos casi de carrerilla a estas alturas prohíbe agregar contratos en traspasos, usar trade exceptions (tienen dos de $3.2 y $2.8 millones), o comprar selecciones de segunda ronda, según entre otras penalizaciones.
Un traspaso de Durant, idealmente dividiendo su $54.7 millones en contratos más pequeños, no solo podría dejarles por debajo del segundo apron, sino que si lo organizan bien también podría acercar al equipo al impuesto de lujo ($187.9 millones), y si lograsen de alguna manera se ahorrarían hasta $300 millones con movimientos adicionales.
Beal, con su cláusula de no traspaso, complica las cosas. Se ha hablado mucho sobre la opción de que lo corten y utilicen la stretch provision con su contrato, lo cual haría que las cantidades restantes que le deben se repartan en el doble de los años de contrato que le quedan más uno. En este caso, se repartiría todo en cinco años. Pero no es posible hacerlo si Beal no perdona dinero en una rescisión de contrato, porque la cantidad de dinero que tienes debida en jugadores cortados con stretch provision no puede ser superior al 15% del límite salarial, según explica Bobby Marks, y superarían ese porcentaje.
Es decir, Beal tendría que unos $20 millones al menos de los $111 que se le deben para que puedan usar la stretch. De todas maneras, si vas a cortar a Beal, quizás merezca más la pena que salga por completo de tus cuentas lo antes posible, en 2027 sería, aunque no te ahorres tanto dinero a corto plazo. La posibilidad de la stretch parece más pensada para una situación en la que se queden tanto a Booker como a Durant, y necesiten ganar esa flexibilidad de otra manera que no sea traspasando a KD.
2. ¿Otra agencia libre de mínimos?
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