Y llegó la esperada rescisión de contrato de Bradley Beal. Con los Phoenix Suns en un callejón sin salida, sin equipos especialmente interesados en hacer un traspaso, y con el jugador agarrado a su cláusula anti traspaso para evitar ir a cualquier lugar que no le gustara, esta era la única salida viable para ambas partes si no querían seguir juntos. Al menos por la parte del equipo, era evidente que no querían hacerlo.
Diría que esta situación entre los Suns y Beal podría llevar a que las franquicias se lo piensen más de dos veces a la hora de dar cláusulas anti traspaso a sus jugadores, pero la realidad es que eso apenas sucede ya en relación a lo que veíamos en el pasado. Tanto porque muchos jugadores no están suficiente tiempo en sus equipos como para tenerla, como porque las franquicias intentan no darlas. No, esto es un caso aislado de locura de los Washington Wizards que se trasladó después a los Suns.
Después de haber recibido ya por adelantado un pago del 25% de su salario de la próxima temporada, que según Marc Stein estaba estipulado para este 15 de julio, y que ascendía a más de $13 millones, hubo vía libre para completar la rescisión. Un movimiento que viene con sus beneficios pero también con sus contras.
Beneficios para los Phoenix Suns
A pesar de los inconvenientes que comentaremos luego, rescindir el contrato de Beal podría es un gran alivio financiero a corto plazo.
Con las cifras finales del buyout, el uso de la stretch provision, y la cantidad que perdona Beal para poder usar esa stretch, esta maniobra permite a los Suns situarse por debajo de los aprons e incluso del impuesto de lujo, evitando tener que pagar una factura importante por ser un equipo reincidente en el pago del impuesto de lujo.
En total, los Suns se ahorran más de $200 millones al evitar estas penalizaciones, lo que representa una oportunidad significativa para reestructurar la plantilla en el corto plazo y, evidentemente, un alivio para los bolsillos de Mat Ishbia. Los Suns tendrían ahora armas para hacer otros fichajes, pero están solo unos dos millones por debajo del impuesto de lujo, y es muy poco probable que vayan a entrar de nuevo teniendo la posibilidad de quedarse fuera y resetear el reloj del impuesto repetido.
Además, más allá de los números la salida de Beal libera espacio en la rotación para la gran cantidad de escoltas que ya están en la plantilla, especialmente después de la llegada de Jalen Green por medio del traspaso de Kevin Durant.
Contras para los Phoenix Suns
Rescindir el contrato de Bradley Beal no está exento de complicaciones financieras para los Suns, a pesar de los beneficios comentados.
Beal ahora va a pasar a ocupar casi $20 millones de espacio salarial anual durante las próximas cinco temporadas. Al usar la stretch provision, el equipo sigue pagando una cantidad significativa, equivalente a lo que costaría un buen jugador de rotación, pero sin contar con sus servicios en la cancha. Esto limitará la flexibilidad financiera de los Suns en el futuro, aunque el porcentaje del límite salarial que representa ese dinero muerto irá descendiendo con el paso de los años.
Contras para Bradley Beal
Para Beal, aceptar una rescisión de contrato implica un sacrificio económico que más o menos puede ser mitigado según sus próximos contratos. Según las reglas de la NBA, los contratos cortados con la stretch provision solo puede contar hasta un 15% del límite salarial de un equipo, lo que obliga a Beal a perdonar aproximadamente unos $14 millones en la rescisión.
Para empezar, Beal ya ha llegado a un acuerdo con Los Angeles Clippers para firmar con ellos un nuevo contrato. Según Keith Smith, estas son las cifras:
25-26: $5,354,000
26-27: $5,621,700 (Player option)
Con 32 años y su historial de los últimos años no creo que Beal vaya a firmar otro gran contrato, pero sí que es posible que entre esta firma con los Clippers y lo que pueda conseguir el próximo verano consiga recuperar la cantidad que ha perdonado en el buyout.
Beneficios para Bradley Beal
Por un lado, está el evidente: la rescisión de contrato le otorga a Beal una libertad que no ha tenido en años: la posibilidad de elegir su próximo destino, con los Clippers siendo el lugar elegido. A pesar de las críticas merecidas por su rendimiento y disponibilidad, Beal demostró la temporada pasada que sigue siendo un anotador eficiente, promediando 17 puntos por partido con buenos porcentajes de tiro.
Y ahí entra el otro potencial beneficio para Beal: unas nuevas expectativas acordes a su nuevo contrato. Cuando hablemos de su rendimiento, ya no lo haremos relacionándolo con alguien que cobra $50 millones, aunque técnicamente vaya a seguir cobrando casi eso de media en los próximos años contando el buyout, sino que estaremos hablando de alguien del rango de los $5-$6 millones.
Será algo similar a lo de DeAndre Ayton con su rescisión en Portland y llegada a los Lakers. A veces cuesta un poco resetear las expectativas, pero para ellos ahora hay que recalibrar las valoraciones con respecto a sus nuevas situaciones contractuales y sus nuevos roles.