Rich Paul, Brian Windhorst y las carreras que creó LeBron James
Rescato este artículo del Patreon ahora que ya ha pasado a mejor vida.
(Por más que lo he intentado a través de todos los medios, desde soporte de Patreon me dicen que no puedo llevarme mis artículos a otra parte, y que el Patreon tiene que cerrarse. Así que, antes de que todo el contenido que tengo allí pase a mejor vida, he rescatado algunos artículos e iré publicándolos de nuevo aquí).
Rich Paul es ya uno de los hombres más poderosos del mundo del deporte. Ya no solo de la NBA en concreto, sino del mundo del deporte en general. La agencia que creó, Klutch Sports, es ahora el brazo deportivo de una de las mayores agencias de talentos del mundo, United Talent Agency, en la cual forma parte también del consejo de administración. Y todo ello fruto de una casualidad. De un giro del azar que le hizo cruzarse en el camino de LeBron James.
Cuando terminó el instituto Rich Paul tenía dos salidas: o trataba de estudiar una carrera universitaria, endeudándose a sí mismo y a su familia de clase trabajadora por el camino, o se buscaba la vida haciendo lo que mejor sabía: vender. Y venderse. Durante el instituto se había dado cuenta de que a todos los chavales les gustaban las camisetas retro de las grandes leyendas y equipos del pasado, pero en aquella época, finales de los 90 y principios de los años 2000, el acceso a ellas era extremadamente limitado, y ni siquiera en la mayoría de las tiendas oficiales se podían conseguir.
Esas camisetas les gustaban especialmente a los niños de familias más pudientes. Él podía verlo en su instituto privado, el Benedictine High School de Cleveland. Su padre era dueño de una repostería y vivían en un modesto apartamento de una habitación encima de ese mismo local, pero él siempre quiso que su hijo tuviera la mejor educación, por eso destinó parte de los ahorros de la familia a pagarle la inscripción en el instituto privado. Su padre falleció en 1999 por un cáncer.
Paul se planteó montar un negocio a partir de la mucha demanda y poca oferta que había para este tipo de camisetas, pero no sabía por dónde empezar. Pidió ayuda a Andy Hyman, propietario de la tienda Distant Replays, quien le pasó un contacto en Atlanta que podía conseguirle esas réplicas. Así, con viajes de ida y vuelta desde Cleveland a Atlanta para comprar camisetas, y vendiendo luego estas en el maletero del coche que había heredado de su padre, Rich Paul empezó su carrera profesional.
Todo cambió en 2002, cuando LeBron James se cruzó en su camino por pura casualidad. LeBron, ya una de las figuras más seguidas del panorama deportivo estadounidense, estaba en el aeropuerto de Akron-Canton con su flamante camiseta de Michael Vick, listo para viajar a la Final Four de la NCAA, que ese año se disputaba en Atlanta. Cuando se encontraba en la cola para facturar la maleta se fijó en otro chico joven, un poco más mayor que él, que llevaba puesta una camiseta de Warren Moon, el quarterback legendario de los Houston Oilers, y se acercó para preguntarle dónde la había conseguido. Paul le explicó que las vendía él mismo, y que si quería podía tratar de conseguirle alguna. Allí intercambiaron sus datos de contacto, y no mucho después LeBron tenía en sus manos las camisetas de Magic Johnson con los Lakers y de Joe Namath con los Rams.
Ese contacto por casualidad fue creciendo, y terminó en una amistad. Rich Paul comenzó a ir a los partidos de instituto de James, y allí conoció también a Maverick Carter y Randy Mims, amigos de la infancia de LeBron. Los cuatro formaron una cuadrilla, Paul, Carter y Mims eran el entourage de la futura estrella de la NBA. Cuando fue seleccionado en el Draft de 2003 LeBron contrató a Paul como manager personal con un sueldo de $50,000 dólares al año que luego fue en aumento, evidentemente. Cada uno de los amigos tenía un rol en el entorno de James: Mims hacía de enlace entre el jugador y la front office de los Cavaliers; Carter era el consejero de negocios y de marca personal; y Paul se dedicó a gestionar el día a día y sus negociaciones, primero de manera independiente, y después entrando en la agencia Creative Artists Agency (CAA), donde trabajó y aprendió directamente del gran agente que habían contratado para negociar los primeros contratos de LeBron: Leon Rose.
Una vez que ya había visto cómo Rose había negociado la extensión de contrato de 2006 con los Cavaliers y la llegada a Miami en 2010, Paul estaba listo. En 2012 Paul y James fundaron Klutch Sports y abandonaron CAA. Buena parte del capital inicial de la nueva agencia llegó de manos de James, pero no era legal que un jugador fuese en parte propietario de la agencia de representación que también llevaba a otros jugadores, así que cuando Klutch empezó a firmar a más clientes LeBron se tuvo que salir oficialmente de la empresa. Eso no ha evitado que muchos sigan pensando que sigue siendo propietario en parte de ella, aunque la propia NBA diga que lo ha investigado y no ha encontrado pruebas de ello.
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