Shams Charania sabe lo que vas a comer mañana
El arte de desvelar antes que nadie lo que todo el mundo va a terminar sabiendo igualmente.
Shams Charania nació y creció en Chicago. Hijo de padres paquistaníes, Shams estudió primero en New Trier High School, donde ya descubrió por su pasión del mundo NBA y en especial por dar exclusivas. Sus padres intentaron que estudiase medicina, pero esa no era su intención. Entró a escribir en el periódico del instituto, y con 17 años y por mediación de uno de sus profesores le dieron un blog sobre los Chicago Bulls en ChicagoNow, una web local que pertenecía al Chicago Tribune.
Mientras escribía en ChicagoNow también enviaba sus textos a páginas webs como RealGM, Hoopsype o HoopsWorld, sin demasiado éxito. Un día, estando en el United Center, se cruzó con el agente de Mike James. A este le hizo gracia ver a aquel crío jugando a ser periodista, y le dio una "exclusiva": James iba a firmar un contrato de 10 días con los Bulls. Charania le envió el texto a Chris Reina, de RealGM, y estos se lo publicaron. Fue su primera exclusiva. Se dio cuenta de dos cosas: aquella atención le gustaba, y con sus textos no había logrado que le publicaran, pero sí con una exclusiva. Seguía en el instituto. Meses después se graduaría, y entraría a estudiar comunicaciones en la Loyola University.
A partir de ese momento comenzó a trabajar en su red de contactos de agentes y ejecutivos, y a ser un pesado de narices. Siempre se ha especulado con qué había detrás de aquel muchacho, y cómo era posible que hubiese logrado cultivar tantas fuentes a su corta edad. De hecho, cuando empezó a escribir más para RealGM los Bulls no le acreditaban por tener solo 18 años. Sí que consiguieron la acreditación con los Milwaukee Bucks. Algunos creen que simplemente cayó en gracia a un par de agentes y a partir de ahí todo creció como una bola de nieve. Otros piensan que tenía algún benefactor.
Lo cierto es que Shams Charania empezó con exclusivas como contratos de 10 días de Mike James, Malcolm Thomas o Shavlik Randolph. Poco tiempo después era habitual que se tuviera que salir durante 20 minutos o media hora de una clase para dar exclusivas como la rescisión de contrato de Anthony Bennett, reciente número 1 del Draft, por parte de los Minnesota Timberwolves. Algunos de sus profesores se lo tomaban mal.
Su presentación al gran público llegó cuando anunció el traspaso de Luol Deng a Cleveland a cambio de Andrew Bogut. A partir de ahí su ascenso fue imparable. El editor en jefe de Sports Illustrated, Paul Fichtenbaum, estaba a punto de cerrar un contrato con él cuando el mismo Adrian Wojnarowski obligó a Yahoo a mejorar esa oferta e incorporarlo a su equipo. Woj dejó claro que quería a Shams en Yahoo cuando ESPN empezó también a lanzarle el anzuelo al muchacho.
Todo el mundo NBA conocía ya a Shams Charania. Cuando su contrato terminó con The Vertical / Yahoo, ya sin Woj al lado, todos volvieron a lanzarle el anzuelo. Y, esta vez sí, Paul Fichtenbaum se llevó al gato al agua, solo que haciéndolo ahora como editor jefe de The Athletic. Shams firmaba al mismo tiempo por The Ahtletic y por Stadium, dos medios diferentes. Después hablaremos de Stadium.
Hace unos años, y en un movimiento que seguramente haya visto mil veces en los agentes de los jugadores de los que obtiene sus informaciones, el entorno de Charania filtró al Sports Business Journal que terminaba contrato con The Athletic y Stadium al finalizar este mes, y que está valorando la opción de marcharse a otro medio.
Este año vuelve a suceder lo mismo. Shams termina contrato ahora en agosto. Si coincidiese con el mercado de la NBA, Shams Charania sería el agente libre más codiciado.
Una forma algo cruel de describir a Charania sería decir que es "como Wojnarowski pero peor". También es lógico: Shams tiene aún 30 años, y está dando sus primeros pasos en el mundo del periodismo, como quien dice. No ha tenido apenas tiempo de rodaje. No se ha curtido en periódicos locales como sí hizo Woj y ha ido mejorando poco a poco. No. Para lo que es el mundo de las letras, Shams es un crío. Primero se curró las fuentes, y después le tocó aprender a escribir, porque fue con las fuentes con las que ganó notoriedad.
Sobre la ética del periodismo que hace Charania podríamos pensar algo muy parecido al proceder que tiene Adrian Wojnarowski. Y, como periodista menos experimentado que él, es mucho menos disimulado en sus intenciones. Como, por ejemplo, cuando accedió a hacerle el trabajo sucio al agente de Andre Iguodala con un par de tweets lamentables. En otras ocasiones utiliza las notas de prensa que reciben todos los periodistas incluidos en las cadenas de mailing de las franquicias y hace pasar las informaciones por exclusivas, citando a las famosas sources. En un caso llegó incluso a saltarse el embargo de una información para tener la exclusiva por cuatro minutos con respecto al resto de periodistas. Todo por la exclusiva.
Pero dentro de ese juego del "hoy por ti, mañana por mi" al que juegan los news breakers, hay algo que desprende un tufo aún mayor en el caso de Charania. Y no me refiero aún a lo de las apuestas.
Shams Charania creció en Chicago. Estudió allí tanto en el instituto como en la universidad, como dijimos antes. Ha sido seguidor de los Chicago Bulls toda la vida. Y ahora, de cierta manera, casi se podría decir que trabaja para ellos.
Hasta que termine su contrato próximamente, Shams trabaja para The Athletic y para Stadium. De los primeros ya he escrito aquí. ¿Qué es Stadium? Es una "cadena deportiva digital" dedicada a la producción de vídeos de temática deportiva. Entre sus trabajos más importantes, un documental (bastante propagandístico, pagado por el mismo Rose y su agente) sobre Derrick Rose, que acompañó con un halagador perfil en The Athletic. Tanto en el documental como en la pieza se habla bien de su paso por Chicago. Todo correcto, otro día más en la oficina.
- "Un momento, espera, ¿quién has dicho que es dueño de Stadium?
- "No lo he dicho, porque es precisamente la revelación final."
El dueño de Stadium, esa "cadena deportiva digital" dedicada a la producción de vídeos de temática deportiva, no es otro que Jerry Reinsdorf, un nombre que quizás os suene del documental The Last Dance.
Sí, el dueño de los Chicago Bulls es el dueño de Stadium. Sí, el dueño de los Chicago Bulls tiene a sueldo a Shams Charania, dicho de una manera maliciosa. Sí, es un conflicto de intereses como una catedral, tratándose de uno de los periodistas NBA más influyentes del panorama. Y no, nadie lo sabe porque, aunque por pura ética debería añadirse un disclaimer en su perfil, probablemente no convenga.
¿Y qué hay de su trabajo para Fan Duel? Sobre eso ya escribí que la NBA debería investigarlo.