A Angel Reese le están haciendo un flaco favor
Las comparaciones con Caitlin Clark, con algunos haciendo ver que está a su nivel, colocan en una situación injusta a Angel Reese.
Caitlin Clark ya ha llegado. Era previsible que la nueva estrella del baloncesto mundial iba a necesitar un periodo de adaptación al ritmo y el físico de la WNBA. Por desgracia para los que la tienen ganas, ese periodo de adaptación ha sido menor incluso de lo que la mayoría esperábamos.
Clark ya había subido sus prestaciones antes, pero lo que estamos viendo después del parón por los Juegos Olímpicos está a un nivel superior. Su equipo, además, ha empezado también a ganar bastante, con lo cual tampoco vale aquello de que “son números vacíos”. El impacto de Clark a nivel de élite en la WNBA es ya muy real.
No solo en lo deportivo, también a nivel mediático y de impacto en los fans. Según Sports Media Watch hace unos días:
El último enfrentamiento entre las Fever de Clark y las Sky de Reese promedió 1.6 millones de espectadores en ION, nuevo récord para la cadena.
La abultada victoria de Indiana tuvo un pico de 1.92 millones, y se queda como la décima audiencia más alta de la WNBA esta temporada. Fue el 21º partido con un promedio superior al millón de espectadores, ampliando el récord que se está batiendo de la WNBA para una única temporada. Antes de esta temporada el máximo de partidos que habían alcanzado las siete cifras en audiencia fue de 15. Y ningún partido había superado esa marca desde 2008.
Clark ha sido la fuerza detrás de esa subida de audiencia. Sus Fever han participado en 18 de los 21 partidos que han superado la barrera del millón de espectadores.
ION en concreto ha visto cómo su audiencia media ha pasado de 287.000 espectadores la temporada pasada a 639.000 en esta, un incremento del 123%.
Lo que no me parece tan real ni justo es el debate que ESPN y otros medios nos quieren meter por la garganta de que el premio al rookie del año está discutido entre Clark y Angel Reese.
“He hablado mucho sobre Caitlin Clark”, decía hace un par de semanas Stephen A. Smith, el 29 de agosto en concreto. “Me encanta su chispa, su manejo del balón, su capacidad de pase y su habilidad en el lanzamiento. Pero demos crédito donde se merece. Angel Reese está demostrando que no es ninguna broma tampoco. Creo que podría llevarse el premio a la Rookie del Año”.
Entiendo que hay que tratar de vender estos debates para generar clicks y atención, especialmente con dos jugadoras que traen una historia de rivalidad desde la NCAA. Entiendo también que hay un componente racial que sería estúpido negar. O que, en este caso, puede tratarse simplemente de un intento de alabar a Reese en el que se exagera algo, pero, de verdad, no hay debate. No lo hay, Y, sinceramente, creo que se le hace un flaco favor a Angel Reese intentando meterla a presión en la conversación, y, en un sentido más global, comparándola con Caitlin Clark.
No hay comparación, primero porque son dos tipos de jugadoras muy diferentes, y segundo porque la dimensión de CC es mucho mayor. Una muestra fue el último enfrentamiento entre ambas, en el que se impusieron las Indiana Fever claramente. Clark dominó, brilló en todas las facetas, hizo lo que quiso. La baja de Chennedy Carter tuvo que ver, está claro. Pero cualquiera que viera el partido (los 32€ que costaba la temporada completa en el League Pass han merecido la pena ya solo por ver a Clark) creo que sacaría la misma conclusión que saco yo.
No tengo ninguna intención de restarle méritos a Angel Reese, de verdad. Me parece que es evidente que es la mejor reboteadora de la liga, punto. Y siendo rookie, además. Pero también me parece claro que su impacto global es menor que el de Clark, y que tiene muchos puntos débiles que mejorar, como ese horroroso porcentaje de acierto.
Sus récords, seamos realistas, muchos días se han conseguido forzando en los minutos de la basura.
Mismamente en el encuentro que menciono entre ambas. En los minutos finales, con el partido ya sentenciado y las suplentes en la pista, Reese siguió jugando hasta que consiguió la canasta que le daba su doble doble número 23 de la temporada, rompiendo el récord para una rookie que hasta ahora tenía Tina Charles.
A la hora de la verdad eso va a importar poco, lo que va a quedar es el récord, y nadie se acordará de que el doble doble número 25 lo consiguió a 30 segundos del final en un partido que ganaban o perdían por 20 puntos. Lo que va a quedar es su trascendencia, y por ahora Angel Reese apunta a que va a ser una reboteadora de época. Es algo que también sucede en la NBA, y me parece comprensible que se utilicen para vender la imagen de la liga.
Lo que sucede es que Caitlin Clark apunta más arriba, a que puede ser una jugadora de época. De hecho, decir que que es la absoluta favorita para ganar el rookie del año es incluso quedarse cortos. Si ella y su equipo siguen así, entrará en conversaciones mayores. No para ganar el MVP, porque es imposible que llegue a tener el balance necesario para ello esta temporada, pero sí para meterse en el top 5 de un premio que ya tiene grabado “A'ja Wilson” en la estatuilla.
El mismo Stephen A. Smith tardó menos de una semana en cambiar su discurso, como buen talking head televisivo que tiene que moverse cual veleta dependiendo de dónde venga el viento. Si el 29 de agosto decía lo que reproduje arriba, el 3 de septiembre ya cambiaba su discurso al siguiente.
“No hay debate. Entiendo que Angel Reese ha estado haciendo lo suyo con los doble dobles, como 24 seguidos y todo eso. Todo el reconocimiento para ella, se lo merece. Va a ser la número 2. Pero Caitlin Clark va a ganar el rookie del año. Caitlin Clark está en la conversación del MVP, aunque no lo vaya a ganar porque A’ja Wilson existe. No sé si os dáis cuenta, pero está en la conversación del MVP siendo rookie”.
Tampoco creo que ayuden comparaciones exageradas, como tener a
titulando “Cómo Angel Reese es como Nikola Jokic: la rookie de las Sky lidera la WNBA en la misma categoría estadística en la que lo hizo el tres veces MVP en la NBA”. Sí, muchos se quedarán con la relación Reese-Jokic, cuando si lees el artículo esa categoría es la de rebotes ofensivos que llegan por tus propios fallos. Reese ha capturado 40 de esos rebotes (nadie más supera los 24 en la WNBA) y esta pasada temporada Jokic capturó 81 rebotes a partir de fallos propios (nadie tuvo más de 50).Reese no jugará más esta temporada. Su equipo anunciaba ayer que se perderá el resto de los partidos por una lesión en la muñeca. Actualmente las Sky son octavas, el último puesto de Playoffs, con cinco partidos restantes en la temporada regular. Reese publicó un comunicado en Twitter.
Vaya año. Nunca me hubiera imaginado que la última canasta de mi temporada de novata sería un triple, pero tal vez eso fue lo que Dios me dijo: "Démosles una muestra de lo que verán más en el segundo año. A pesar de todo, he demostrado que pertenezco a esta liga, incluso cuando nadie más lo creía1. Todo lo que siempre quise fue llegar a la W y dejar huella. Puedo decir con confianza que lo he logrado y que me esforzaré por seguir haciéndolo. Estoy lleno de emociones ahora que tengo una lesión que terminará con la temporada, pero también lleno de gratitud por lo que viene.
Angel Reese es una buena jugadora que puede ser una gran jugadora y tener una grandísima carrera en la WNBA, con premios individuales, entrada en mejores quintetos, numerosos All-Stars, anillos, oros olímpicos, etc. Pero no es justo compararla con una jugadora que puede hacer todo eso y más.
No es justo para ella compararla con una jugadora que puede marcar una época.
Que no falte el “nadie más creía en mí”. Nadie creía en un pick 7 del draft, claro. En eso son casi todos iguales, ya sea NBA o WNBA.