Paige Bueckers, Dallas y el efecto Caitlin Clark
La campeona de la NCAA desembarcará la semana que viene en la WNBA (¿y en Dallas?) llamada a ser la competencia para Caitlin Clark.
Hace unos días Paige Bueckers confirmaba oficialmente que se presentaba al Draft de la WNBA, acallando así los rumores de que podría quedarse en la NCAA para su último año de elegibilidad.
Ayer, Bueckers y sus UConn Huskies se proclamaron campeonas de la NCAA, dándole a la estrella su anillo antes de marcharse a la WNBA. No fue precisamente el mejor partido de Bueckers, pero gracias a sus compañeras las Huskies pudieron mantener una ventaja cómoda hasta que ella cogió su ritmo en el último cuarto.
Bueckers apunta a ser la número 1 indiscutible de este Draft. Al principio de su carrera universitaria su popularidad rivalizaba con la de Caitlin Clark, pero una lesión en el ligamento cruzado anterior hizo que se perdiera su temporada junior. Este año ha regresado a su mejor nivel, y aunque los resultados de audiencia del March Madness no han llegado a ser tan buenos como los del año pasado con Clark, aun así han sido muy buenos basándose en buena parte en la presencia de Bueckers.
La pena ha sido la lesión de Juju Watkins, otra de las estrellas universitarias llamada a ser estrella a nivel profesional, quien se rompió el ligamento cruzado anterior durante el torneo.
Como la temporada de la WNBA empieza en mayo, el Draft se celebra casi inmediatamente al final del torneo universitario, el próximo lunes 14 de abril. El equipo que tiene el número 1 del Draft y que se supone que tendrá el privilegio de seleccionar a Paige Buckets son las Dallas Wings.
No sé si os suena, pero en la ciudad de Dallas se ha vivido recientemente mucho drama porque determinados directivos de determinado equipo de baloncesto masculino decidieron traspasar a determinado jugador estrella y casi símbolo de la ciudad de la noche a la mañana. Eso significa que hay un enorme vacío que mucha gente está deseando llenar.
Y no voy a ser tan ingenuo como para pensar que una gran mayoría de los seguidores de los Mavericks de Dallas que tienen el corazón roto por lo de Luka Doncic se van a pasar al baloncesto femenino, pero la llegada de Paige Bueckers puede hacer que unos cuantos muchos lo hagan. Dallas es un mercado grande y con ganas de volver a ilusionarse, y puede encontrar en ella esa figura a la que agarrarse. Siempre y cuando Bueckers no fuerce a las Dallas Wings a traspasar el pick o a elegir a otra jugadora porque diga que no quiera jugar en Dallas, claro. En ese caso tanto los Mavericks como las Wings se asegurarían por una gran diferencia el título de ciudad más triste del baloncesto estadounidense.
Ella, por ahora, no ha querido meterse en esas especulaciones que dicen que podría intentar forzar que no la eligieran las Wings. Según Front Office Sports:
"No sé", respondió Bueckers cuando le preguntaron qué opina de las informaciones que han especulado con que podría no terminar jugando para las Wings. "Eso es cosa de la prensa. La gente escribe historias, lo que sea. Honestamente, no estoy realmente preocupada por eso en este momento. Solo me preocupa estar aquí, estar presente con el equipo e intentar mejorar cada día. Así que lo que depare el futuro, solo está en manos de Dios".
¿Pero hay algún lugar específico donde Bueckers quiera estar, como han indicado los informes?
"Ningún lugar específico", dijo Bueckers. "Donde sea que termine".
También es verdad que la especulación era mayor cuando la franquicia con el segundo pick del Draft eran las Los Angeles Sparks, pero estas traspasaron el pick a Seattle.
Bueckers puede ser una réplica más pequeña del efecto Caitlin Clark en Dallas en concreto y en la WNBA en general. No va a estar a su altura, pero sí que va a venir bien su llegada para intentar mantener la tendencia al alza de la liga, y es seguro que se va a vender una rivalidad con la estrella de las Indiana Fever.
La WNBA se encuentra en un punto crucial, con una dura negociación de un nuevo convenio después de la temporada que va a comenzar.
De hecho, parte de que Bueckers no tenga tanta competencia para ser el número 1 del Draft se debe a que hay jugadoras que, gracias al soporte económico que ahora reciben a través del NIL, han decidido esperar un año más para dar el salto con un convenio colectivo que se supone que será mucho más favorable para las jugadoras.
La que parecía el número 2 claro para muchos expertos, Olivia Miles, anunció hace unos días que se apuntaba al transfer portal para jugar el año que viene en otra universidad, renunciando a presentarse al Draft. La prometedora pero habitualmente lesionada Azzi Fudd, compañera de Bueckers en UConn, es otra de ellas, al igual que Flau’Jae Johnson (LSU).
Si Paige Bueckers puede ayudar aunque sea un poco a amplificar el efecto Caitlin Clark, ya será todo un éxito para la WNBA. De cara a la próxima temporada la mitad de las franquicias de la liga han decidido jugar sus partidos contra las Indiana Fever de Clark en pabellones de mayor capacidad a los que usan habitualmente.
Precisamente las Dallas Wings se convirtieron en el último equipo en anunciar hace unas semanas que trasladarán su partido del 27 de junio desde el College Park Center (con capacidad para aproximadamente 7.000 asientos) al American Airlines Center, hogar de los Mavericks en la NBA (hasta 2031), con capacidad para aproximadamente 20,000 asientos. Y tienen previsión de vender todo. Los otros cinco equipos que han hecho lo mismo son las Atlanta Dream, Chicago Sky, Connecticut Sun, Las Vegas Aces y Washington Mystics. Ese partido entre Dallas e Indiana podría ser potencialmente el primer enfrentamiento profesional entre Clark y Bueckers, y será televisado por televisión nacional, como 41 de los 44 partidos de la temporada de las Fever.
Sabrina Ionescu, Caitlin Clark. Lo complicado cuando se llega con tantas expectativas es estar a la altura. Ahora le llega el turno de demostrarlo a Paige Bueckers, y tendrá la oportunidad de hacerlo en una liga en expansión y una ciudad necesitada de nuevos ídolos en eso de meter una pelotita por una canasta.