Unas Finales al mejor de tres
Oklahoma City Thunder e Indiana Pacers nos están dando unas Finales mucho más excitantes que jugar al solitario.
Las Finales que estamos viendo nos están dejando baloncesto de muchos kilates. A excepción del Game 2, que fue un partido dominado totalmente por los Oklahoma City Thunder, el resto de la serie estamos disfrutando de emoción, drama, ajustes, actuaciones épicas… y dos equipos muy, muy buenos.
Antes de nada, esta es una entrada gratuita, pero recordad que hay activo un descuento hasta que se terminen las Finales.
La oportunidad perdida de Indiana
Si los Oklahoma City Thunder se terminan llevando el anillo, el Game 4 será recordado como el momento en que los Indiana Pacers dejaron escapar una oportunidad de oro para tomar el control total de las Finales y casi empezar a tomarse medidas para el anillo.
Con una ventaja de 103-99 a falta de 3:20 en el último cuarto y después de haber ido por delante todo el partido, los Pacers parecían destinados a ponerse 3-1, una ventaja que históricamente ha sido casi insuperable en las Finales de la NBA salvo que te llames LeBron y te apellides James. Sin embargo, un colapso ofensivo y defensivo en los minutos finales y la aparición estelar del MVP permitieron a los Thunder remontar con una racha de 12-1, sellando una victoria por 111-104.
Después hablamos de los otros factores, pero para mí la incapacidad de Indiana para mantener el ritmo, avanzar el balón rápidamente y asegurar rebotes en el último cuarto fue el elemento crucial. Como dijo Rick Carlisle, “nos estancamos… pero hay que darle crédito a Oklahoma, su defensa fue genial al final”. Haliburton no estuvo bien en todo el partido, y Siakam fue de más a menos, desapareciendo a los Karl-Anthony Towns en la segunda mitad, olvidándose el equipo de él y olvidándose él de imponerse.
Este tropiezo podría perseguir a los Pacers durante mucho tiempo si no logran recuperar la ventaja en la serie y la sensación de oportunidad perdida es aún más dolorosa considerando el contexto. Los Pacers habían dominado gran parte del partido, liderando durante toda la segunda mitad hasta los últimos minutos. Su ataque, conocido por su fluidez y pases rápidos, se volvió estático, cayendo en la trampa de los Thunder y registrando solo una asistencia en el último cuarto. Además, errores como las dos faltas y los tiros libres fallados por Bennedict Mathurin y la falta de acierto en triples (0 de 8 en el cuarto final) terminaron siendo factores determinantes.
Incluso ganando un anillo unos años después, yo aún lo tengo grabado en la memoria: los Dallas Mavericks ganaban 2-0 a los Miami Heat e iban 10 puntos arriba a poco más de 5 minutos para el final del Game 3. Terminaron perdiendo aquellas Finales. Si Indiana pierde la serie, sus fans podrán comprobar que estas cosas se quedan muy grabadas en la memoria.
La aparición del MVP
No están siendo unas Finales brillantes del MVP de la temporada regular, incluso pasándolo mal en defensa por momentos y poco efectivo y frustrado en ataque. Pero en los últimos minutos del Game 4, Shai tuvo el que es hasta ahora EL MOMENTO de su carrera en la NBA.
A pesar de un partido complicado, en el que los Pacers, liderados por Andrew Nembhard, lo acosaron constantemente, Gilgeous-Alexander brilló cuando más importaba. Anotó 15 de sus 35 puntos en los últimos 3:52, incluyendo 11 de los últimos 12 puntos de los Thunder, en una actuación que lo coloca en la historia de las Finales. Su triple seguido de la canasta de media distancia (con empujón) contra Nembhard dieron la ventaja definitiva a Oklahoma City, demostrando su capacidad para tomar el control en los momentos clutch.
La actuación de Gilgeous-Alexander en el Game 4 no solo salvó la temporada de los Thunder y medio anillo, sino que también consolidó su estatus como MVP por si alguien tenía alguna duda. Sus números en el último cuarto —3 de 3 en tiros de campo, 1 de 1 en triples y 8 de 8 en tiros libres— pasan ya directamente a los libros de historia de los Playoffs de la NBA,, a la altura de actuaciones icónicas recientes de estrellas como Stephen Curry en 2022 o Giannis Antetokounmpo en 2021.
La dificultad de arbitrar en esta serie
Yo creo que arbitrar en la NBA es muy complicado ya de por sí. Y si se enfrentan dos equipos que llevan el contacto físico tan al límite como estos dos, más aún.
En estos casos, lo que se puede pedir es que al menos se mantenga un criterio similar en la mayor parte del tiempo, y durante los tres primeros partidos más o menos fue así. Pero en este Game 4 hubo cambios de criterios importantes en diferentes momentos, se paró mucho más el juego, los árbitros fueron mucho más protagonistas. En este caso, y sin ser el factor determinante en el resultado, creo que los Thunder se vieron algo beneficiados, y no me refiero tanto a los minutos finales del encuentro, sino a aquellas fases en las que parecía que se estaban yendo del partido.
A pesar de las quejas, los números muestran un partido relativamente equilibrado en términos de faltas: los Thunder lanzaron solo cinco tiros libres más que los Pacers (metiendo 34 de 38 frente a 25 de 33) y buena parte de ellos fueron en el último minuto. Sin embargo, hablar de arbitrajes en función del número de tiros libres lanzados o de la cantidad de faltas pitadas todos sabemos que es algo demasiado simple, y la percepción de desigualdad surge de la intensidad defensiva de ambos equipos, que ha forzado a los árbitros a tomar decisiones rápidas en jugadas al límite.
En su Substack,
también apuntaba a otra manera en la que el arbitraje de este partido podría haber beneficiado a los Thunder. Al asignar a los dos árbitros que más faltas por cada 100 posesiones pitan, nos encontramos con un partido con muchas faltas en ambos lados, revisiones, parones… y esos tiempos parados, incluyendo los tiros libres, ayudan en principio a que el equipo que está más quemado físicamente pueda recuperarse más, y también penalizan más a los conjuntos que quieren jugar rápido, basándose en el ritmo y en los instintos, y menos de manera cuadriculada.Este ha sido uno de los temas de los Playoffs. Los Oklahoma City Thunder llevan los contactos al límite hasta el punto de que están dispuestos a conceder algún tiro libre de ás aquí y allá porque al final los árbitros no lo pueden pitar todo. En estas Finales se han encontrado con un equipo que está jugando también a lo mismo, poniéndose a su nivel.
Sin embargo, el factor que suele sacar de quicio a los que se quejan de los Thunder está en lo complicado que es pitar también a Shai en ataque, y el contraste que suele haber entre los contactos que se permiten a Lu Dort o Cason Wallace en un lado y los que se pitan como falta sobre Shai en el otro. El juego de Shai se basa mucho en agilidad y equilibrio, y al ser más pequeño y “frágil” que jugadores como Nikola Jokic o Luka Doncic, la percepción es que se penalizan más los contactos sobre él.
El peso de los jugadores secundarios
Si bien Gilgeous-Alexander fue el protagonista del Game 4, los jugadores secundarios de ambos equipos han sido fundamentales en esta serie ante la inconsistencia de algunas de las estrellas. Para los Thunder, en este partido Alex Caruso y Jalen Williams fueron quienes mantuvieron con vida al equipo, y Chet Holmgren tuvo un papel vital en la defensa en el último cuarto.
Caruso, con 20 puntos, 5 robos y un 7 de 9 en lanzamientos de campo, mantuvo a Oklahoma City en el partido durante los momentos más complicados. Su defensa esquizofrénica de siempre y su capacidad para generar jugadas en ataque fueron cruciales, incluso atacando en bote en varias ocasiones aprovechando que la defensa estaba centrada en Shai. Jalen Williams, con 27 puntos y 7 rebotes, asumió la responsabilidad de subir el balón y liderar al equipo, y después complementó a Gilgeous-Alexander en el clutch.
Por el lado de los Pacers, Pascal Siakam y Obi Toppin destacaron como secundarios vitales hasta que se estancaron como el resto de su equipo. Siakam, con 20 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 5 robos, siguió demostrando su buen hacer en todas las faceras y estaba empezando a ser seriamente considerado para el MVP de las Finales antes del colapso del último cuarto. Toppin, saliendo desde el banquillo, aportó 17 puntos, incluyendo 8 en el tercer cuarto para mantener la ventaja de Indiana. Lo que más más está sorprendiendo de Toppin es que se está mostrando fiable no solo en ataque, también con un muy buen nivel defensivo.
Sin embargo, los errores de Mathurin en el momento decisivo y la falta de producción en el último cuarto de otros secundarios, como Myles Turner, quien parece que pasa por una crisis de confianza, fueron construyendo ese descalabro final de los Pacers. En una serie tan igualada, mucho más de lo que algunos esperábamos, los jugadores secundarios están siendo tan importantes como las estrellas, y seguramente lo seguirán siendo en los partidos que restan.
ESPN convierte las Finales en Sálvame
Una vez más, ESPN ha conseguido que se hable de casi todo lo que rodea a las Finales menos del juego.
Después del tercer partido de la serie, un periodista preguntó a Tyrese Haliburton sobre las continuas dudas y los debates que hay sobre si es realmente una estrella de primer nivel o no.
“La mayoría de las veces, los parlanchines en las grandes plataformas, sinceramente, me importan un comino”, respondió el jugador de los Indiana Pacers. “¿Qué saben ellos realmente sobre baloncesto? Los comentarios son lo que son a estas alturas. No importa. Estamos en las Finales de la NBA, a dos victorias de un campeonato.”
Por algún motivo, vete tú a saber cuál, Stephen A. Smith se dio por aludido y lo convirtió en un ataque a su persona.
“Aquí está mi problema: la sensibilidad... Fueron tus propios pares quienes te votaron como sobrevalorado. No los medios”, dijo Smith. “¿Ves lo astutos que se ponen? Tratan de señalar a los medios. ¡No! Son tus colegas, tus contemporáneos, presentes y pasados, quienes te están cuestionando.”
Que entre ahora Pat McAfee. La estrella más reciente de ESPN se metió en el asunto, diciendo en su programa, también en ESPN, que Stephen A. Smith tenía que relajarse, y no tomárselo tan en serio. Después, en uno de esos discursos que da durante los partidos de los Pacers para todo el pabellón, volvió a meterse con Smith.
Y después del partido apareció el que faltaba: Kendrick Perkins. El burro grande ande o no ande respondió a McAfee metiéndose con sus discursos motivacionales. Por no hablar de las imágenes de Stephen A. Smith jugando al solitario durante el partido.
Con lo que estamos viendo en la pista… ¿de verdad es esto necesario? ¿Así es como venden el producto, dejando a un lado el análisis para vender piques entre sus propias personalidades? ¿Convirtiéndose en Sálvame?
Por favor, que lleguen ya Prime y NBC. No digo que vayan a ser perfectos, pero la cobertura de la NBA en televisión necesita sangre nueva urgentemente.
Unas Finales al mejor de tres partidos
Con la serie empatada 2-2, los Thunder regresan a Oklahoma City con la ventaja de campo recuperada, pero siendo más que conscientes de que los Pacers les están mirando a los ojos de frente y a la misma altura.
El Game 5 que se juega esta noche es crucial en series igualadas 2-2. Si gana el de casa, tiene una oportunidad para cerrar la serie fuera y si no otra en casa. Si gana el de fuera, vuelve a su casa con todo de cara para intentar cerrar la serie ante su público. Antes del Game 4 estaba seguro de que el que ganase se iba a llevar el anillo. Una vez visto el partido, está claro que los Thunder tienen mucho de cara, pero no estoy tan seguro de que les vea tan favoritos.
El colapso ofensivo de Indiana de la segunda mitad está basado en buena parte en una extraordinaria defensa de los Thunder. Incluso a pesar de eso, si no es por un brote de genialidad de Shai a lo mejor estábamos hablando de una serie al borde de decidirse a favor de Indiana. Sigo viendo mucho más cómodos a los Pacers que a los Thunder, que me parece que no terminan de dar con la tecla. Mark Daigneault regresó a su quinteto con dos jugadores grandes, y fue un desastre. Quizás deberíamos darle crédito retroactivamente por el cambio que hizo en el Game 1, aunque supusiera conceder un mini punto al rival y rendirse más rápido que el logopeda de Kendrick Perkins, porque el inicio de este Game 4 fue un desastre con los dos interiores. No descartaría que ahora vuelva a meter a Caruso en el quinteto titular.
Sí que se vio mejor a los Thunder buscando oportunidades sin balón para Shai y generando sin la necesidad de su MVP. Rick Carlisle, por su parte, tendrá que encontrar soluciones para recuperar su ritmo ofensivo, y sus jugadores también deberán mejorar su acierto en tiros libres y triples para evitar otro colapso.
Teniendo los Oklahoma City Thunder ahora buena parte de los factores de cara, entre ellos al MVP y el factor cancha, no tengo la sensación de que el desplome del Game 4 vaya a afectar demasiado a un equipo fuerte mentalmente como estos Pacers, y se han ganado que les demos, como mínimo, el beneficio de la duda.