Joel Embiid frente al espejo
¿Volverá a ser Embiid algún día el mismo que ganó el MVP? ¿Quién filtró toda la información sobre la reunión privada del equipo?
Hace unas semanas, al principio de la temporada regular, os decía que Joel Embiid por fin lo había entendido.
Pero quizás sea ya demasiado tarde.
En aquel artículo, titulado “Joel Embiid por fin lo entiende”, hacía referencia a otro artículo que escribí titulado “Joel Embiid no volverá a ser MVP, y eso es lo de menos”, y ahora estoy aquí en “Joel Embiid frente al espejo”, la tercera parte de la trilogía, haciendo referencia a aquella vez que hice referencia a algo sobre Joel Embiid, como si esto fuera el tercer sueño dentro de un sueño de Inception.
No enredo más, lo que digo es que comentaba que Embiid por fin lo había entendido porque había declarado que esta temporada tan solo le importaba llegar sano a los Playoffs, que le daban igual los premios o los números.
No me malinterpretéis, yo no soy uno de esos que piensa que lo único que vale para algo es ganar el anillo y que el resto no tiene ningún valor. Por supuesto que me parece lógico que alguien como Embiid tenga ilusión por ganar el MVP, o por repetir después, pero una vez que ya había ganado uno pensé que iba a cambiar su mentalidad y centrarse más en llegar sano a abril que en meter 60 puntos en enero, dada su fragilidad física y sus antecedentes de llegar siempre con problemas físicos a los Playoffs. Y no fue así.
Embiid tiene 30 años ya, la pasada temporada estaba firmando sus mejores promedios de carrera con 34.7 puntos, 5.6 asistencias y 11 rebotes, pero solo pudo disputar 39 partidos después de sufrir una lesión de menisco en su rodilla izquierda. Llegó justo a tiempo para disputar los Playoffs, pero fue evidente que en la serie en la que los 76ers perdieron contra los New York Knicks no estaba al 100% de sus capacidades.
Como en 2023, cuando jugó con un esguince del ligamento colateral lateral.
Como en 2022, cuando jugó con una fractura en la cara y el pulgar roto.
Como en 2021, cuando jugó con un desgarro en el menisco.
Nada asegura al 100% que vayas a llegar sano a los Playoffs por mucho que regules en la temporada regular. Puede no jugar apenas en toda la temporada, y que en el minuto 1 de la primera ronda se te caiga otro jugador encima de la rodilla y te lesione. Pero creo que Embiid ha forzado demasiado en ocasiones dadas sus características y su historial. Parece que ahora ha cambiado de prioridades.
La pena es que parece que hay probabilidades demasiado altas de que sea ya demasiado tarde.
Después de ver cómo se perdía los primeros partidos de la temporada, pudimos observar a Embiid regresando a las pistas totalmente fuera de forma, inseguro, y ahora de nuevo siendo baja por hinchazón en su maltrecha rodilla izquierda. De nuevo sin saber cómo ni cuándo podrá volver. De nuevo con problemas tanto físicos como mentales por inseguridad en la rodilla. Y con el estado de Embiid y de los Sixers el temor es que esta lesión haya sido la definitiva.
No creo que Embiid tuviera la idea de que esta vez no había ya vuelta al nivel anterior cuando regresó de su lesión para los Playoffs, primero porque no sabemos si es de verdad así, y segundo porque los jugadores suelen ser cabezones y los últimos en aceptar la realidad. Yo le critiqué por decidir jugar en los Juegos Olímpicos estando cómo estaba, pero ahora pienso que, si algo en el fondo le decía que esta era la definitiva, hizo bien aprovechando la oportunidad. Al final fueron menos de 90 minutos los que jugó en los Juegos. Es posible que no tenga la oportunidad de volver.
Y también pienso que bien por él si en el fondo lo sabía cuando firmó una extensión por el máximo con los 76ers antes del comienzo de la temporada, sabiendo seguramente ahí ya que iba a empezar la temporada lesionado. Exprime hasta el último centavo de Josh Harris, Joel. También es posible que sea el último gran contrato que firmes.
Probablemente esté sobrereaccionando a un par de partidos fuera de forma, pero esas son las sensaciones que me ha transmitido. Aquel Joel Embiid se acabó. Y es triste, pero muchas veces el final de un jugador tal y como lo conocemos llega así. Nos parece de un día a otro. Que se lo digan a Andrew Bynum. A Brandon Roy. A Kemba Walker. A DeMarcus Cousins. A tantos otros. Ni soy médico ni pretendo serlo, no sé qué va a pasar con Embiid. Sí sé que hemos visto historias parecidas muchas veces ya.
En mitad de todo este drama por su salud está también el elefante en la habitación que es su ética de trabajo, puesta en el foco por la filtración de lo hablado, o mejor dicho, echado en cara, durante la reunión privada del equipo de hace un par de semanas. Shams Charania no tardó casi nada en que le escribieran tener escrito el artículo.
Maxey retó a Embiid a ser puntual en las actividades del equipo, señalando que el MVP de la liga 2022-23 llega tarde "a todo" y cómo esto afecta al vestuario, desde los demás jugadores hasta el cuerpo técnico, según informaron fuentes familiarizadas con la reunión a ESPN.
Maxey y Embiid tienen una amistad cercana y un historial de rendirse cuentas mutuamente, según personas cercanas al equipo.
"Tyrese adora al Big Fella, pero este es el elefante en la habitación", dijo una persona involucrada en la reunión a ESPN.
Los jugadores le expresaron al entrenador de los 76ers, Nick Nurse, que quieren ser dirigidos con más dureza, y los entrenadores, por su parte, pidieron que los jugadores practiquen con propósito y atención a los detalles.
Según las fuentes, Embiid aceptó los mensajes transmitidos en la reunión, aunque comentó que a veces se siente confundido sobre lo que los 76ers intentan ejecutar en la cancha.
La reunión fue positiva según todas las informaciones, pero en cuanto se filtró todo esto saltó la polémica, por supuesto, y es complicado que este tipo de filtraciones no supongan un golpe para la dinámica del equipo. El mismo Embiid reconoció que tenía que mejorar, pero también que la persona que había desvelado el contenido de la reunión a Shams es “un trozo de mierda”.
Después está la otra parte, la de intentar averiguar quién ha sido el topo, el Iker Casillas que le va contando a la prensa que a la estrella del equipo le sacaron los colores por llegar tarde hasta a su cumpleaños. La conexión rápida y obvia es que a Shams le representa la misma agencia que a Maxey, que es Klutch Sports. No creo que el propio Maxey tenga interés en perjudicar las dinámicas internas del equipo, pero supongo que a Rich Paul, su agente, no le preocupe tanto si consigue dar la imagen de líder de su jugador.
Por otra parte, Nick Nurse también tiene a Klutch Sports como agencia de representación, y hay quien piensa que lo ha podido filtrar para dar un toque de atención o intentar motivar a su estrella. No sería el primer entrenador ni el último que hace de topo o incluso que filtra la poca ética de trabajo de sus jugadores para dar a entender a la galería que la culpa no es suya, que esto es con lo que tiene que trabajar.
La realidad, en muchas otras ocasiones, es que hay veces en las que quien lo cuenta es alguien de segunda fila, un jugador del fondo de armario o un veterano que esté cansado y descontento con la situación (en los 76ers hay algunos candidatos interesantes). O un entrenador secundario que esté intentando avanzar en su carrera y necesite ganarse el favor de una de las voces más influyentes en el mundo NBA como es la de Shams.
Lo filtrase quien lo filtrase, es otro capítulo más en la temporada del horror de los 76ers. Una temporada en la que Joel Embiid se enfrenta al espejo y ve reflejada la realidad sobre su salud y los efectos de su falta de seriedad trasladados a un equipo que quiere verle como su líder. Una campaña que esperemos que no acabe con un Embiid atado con cuerdas a Babieca, emulando el bulo de la batalla ganada por el Cid Campeador tras su muerte, saliendo a arrastrarse de nuevo por las pistas a la pata coja cuando lleguen los Playoffs.