Lo MEJOR y lo PEOR de la semana 5
Cumplimos un mes de temporada regular y... ¿el Oeste ya está definido?
En esta quinta semana de competición viajamos al Norte, donde por fin tienen buenas noticias, y a California, lugar en el que se empieza a mascar la tragedia.
LO MEJOR DE LA SEMANA
Todas las temporadas hay un par de equipos de esos que se convierten en sorpresas agradables porque dan una versión muy diferente a la de la temporada anterior, y a la que se esperaba en general. ¿Pueden ser los Toronto Raptors una de esas sorpresas?
Los Raptors, que la temporada pasada estaban en un récord de 9-31 antes de lograr su décima victoria allá por el 15 de enero contra los Boston Celtics, ya han mostrado un gran cambio este año. A 22 de noviembre de 2025 mientras escribo esto, el equipo tiene 11-5, con 10 victorias en sus últimos 11 partidos y una racha de seis triunfos seguidos. Tras empezar 1-4, los Raptors han encontrado un camino que recuerda sus épocas pasadas, aquellos Raptors de Lowry y DeRozan a los que LeBron torturaba en Playoffs, situándose al menos dos partidos por encima del 50% de victorias por primera vez desde el 28 de noviembre de 2022. Sí, hace casi tres años que no estaban ni siquiera un par de partidos por encima de esa marca.
Las expectativas para Toronto al inicio eran de estar en la lucha por Playoffs o Play-in, y más bien lo segundo. Un mal comienzo creó dudas, pero las han disipado rápidamente. Los Raptors han encontrado un método que parece que funciona. Han jugado muchos partidos fuera de casa, y aún así ocupan el segundo lugar en el Este intentando mantenerle el pulso a los Detroit Pistons. Y son ya el primer equipo de la NBA que ha asegurado su pase a la fase de eliminatorias de la NBA Cup.
Si empezamos a hablar de los culpables, Scottie Barnes está en el centro de este cambio como el motor que impulsa al equipo. Ha mejorado en ambos lados de la cancha, y lo que más me llama es su aparente subida de nivel o de esfuerzo en el apartado defensivo. En noviembre, Barnes ha puesto al menos un tapón en nueve de los diez partidos que ha disputado, acumulando en esa decena de encuentros 21 tapones y 16 robos de balón. Para los que sean malos con las matemáticas como yo, eso son 2.1 tapones y 1.6 robos por partido. O 3.7 stocks por encuentro. O lo que es lo mismo, nivel All-Defense.
Lo lógico es que baje el ritmo. Supongo. Porque está promediando 19.4 puntos, 7.6rebotes, 5.1 asistencias, 1.6 tapones y 1.5 robos por encuentro. Nadie más en toda la NBA llega a esos mínimos estadísticos. De hecho, solo Kevin Garnett, Giannis Antetokounmpo y Kareem Abdul-Jabbar han completado temporadas con al menos esos números. Así que lo lógico es que baje, pero si es capaz de dar esta producción durante partes largas de la temporada… cuidado.
La defensa, que antes era un problema para Toronto, ha cambiado. En los primeros cinco partidos estuvieron cerca del último lugar en rating defensivo, sobre todo en la racha de cuatro derrotas. Lo que se ha visto después es como la noche y el día. Ahora mismo los Raptors están quintos en ataque, sextos en defensa y cuartos en net rating, según Cleaning The Glass. Están solo por detrás de Oklahoma City, Denver y Houston, y justo por delante de Detroit.
En datos avanzados, los Raptors permiten 12.9 puntos en contraataque por partido, terceros en la liga, detrás de Thunder (10.6) y Spurs (9.9). La temporada pasada eran 16.2, entre los diez peores de la competición. En líneas generales, no están perdiendo partidos que deberían ser fáciles, están siendo capaces de mantener sus ventajas, y no se dejan ir cuando el rival tiene una ventaja creciente, se terminan agarrando y metiendo en el partido de nuevo.
Fijaros en el esfuerzo defensivo de Barnes en esta compilación de sus robos y tapones de esta temporada que he hecho.
El banquillo ha sido un apoyo en esta historia. Jugadores como Jamal Shead, Gradey Dick, el novato Collin Murray-Boyles, y el gran Sandro Mamukelashvili están haciendo que la segunda unidad mantenga el ritmo cuando se quedan en la pista con alguno de los titulares. El banquillo de Toronto está segundo en net rating (+3.9), sexto en porcentaje de triples (40%) y octavo en tiros de campo (47.4%), aunque es el vigésimo en minutos.
Brandon Ingram, llegado como veterano a este grupo a pesar de tener aún 28 años, ha cambiado gravedad del ataque de los canadienses. Está liderando al equipo con 21.1 puntos por partido, un 59.% en TS% (el mejor porcentaje de su carrera) y 5.8 rebotes. El simple respeto que le tienen las defensas cambia por completo la geometría del ataque y crea espacios para sus compañeros. Su conexión en el pick and roll con Poeltl y su papel en los momentos clave han de lo más destacado. Ingram actúa como el pegamento que une al equipo, dando estabilidad y permitiendo que otros jueguen sin tanta presión.
Ya nos hemos olvidado de que en algún momento Ingram fue All-Star, y hay que reconocerle que no está jugando de manera egoísta para sus números, sino para el grupo. En el momento del traspaso ya dijimos que podía ser una buena apuesta barata del ahora en paro Masai Ujiri, especialmente si se mantenía sano y trataba de encajar en el grupo. Lo primero no depende de él, pero en lo segundo sí que está cumpliendo.
RJ Barrett e Immanuel Quickley forman el núcleo del backcourt, una pareja que añade energía al juego de los dos mencionados anteriormente. Barrett anota y ataca el aro, dando algo más de sensación de madurez en la toma de decisiones tanto ofensivas como defensivas. Su juego sin balón junto a Barnes e Ingram muchas veces sirve de válvula de descarga. Quickley, pro su parte, está llevando el ritmo del juego, abre la pista con su lanzamiento exterior y es la punta de lanza en el otro lado de la pista con su defensa presionante. Si hay algún puesto en el que los Raptors podrían mejorar esos serían los de base y pívot, pero por el momento Quickley está manteniendo bien el tipo.
Creo que es lógico que aún tengamos dudas sobre si este inicio de la temporada de Toronto es sostenible o no. A mí lo que me da miedo en estos casos es que un buen mes o dos hagan que las expectativas se disparen, para luego volver al nivel real del equipo, y que esto haga que se tomen decisiones precipitadas en el trade deadline. En el caso de los Raptors, hay que tener en cuenta también que el calendario en el Este ofrece oportunidades múltiples contra equipos como Washington, Brooklyn o Indiana, que están luchando ya por el pick 1 del Draft, y los Raptors aún no se han medido a Detroit o New York.
No le he mencionado aún, pero Darko Rajakovic estará en la conversación para Entrenador del Año si el equipo sigue así. La visión de Rajakovic se ve en este equipo, enfocado en el desarrollo de los jugadores, la velocidad y la versatilidad. Con un ataque fluido donde Barnes inicia desde varios puntos de pista, y una defensa que presiona mucho y convierte los errores de los rivales en oportunidades. La entrada de jugadores como Murray-Boyles en defensa o Ja’Kobe Walter Walter como lanzador añaden opciones diferentes a pesar de que Ochai Agbaji es una sombra del jugador del año pasado (¿seguro que no es su gemelo malo?).
¿Los problemas de espaciado? Sí, siguen ahí en su mayor parte, pero están teniendo armas para superarlos. ¿Las cuentas salariales tienen mala pinta? También, pero eso ya será cuestión de ver cómo va la temporada, y si el grupo actual merece la inversión. ¿Es este nivel sostenible? Como en el caso individual de Scottie Barnes, no, no debería ser sostenible el nivel actual. Pero al menos los Toronto Raptors aspiran a ser una de esas historias de cambio drástico positivo de la temporada. Y no han tenido que esperar a mitad de enero para lograr su décima victoria.
Otros nominados:
Phoenix Suns. Calendario fácil por un lado. Demasiada purria en el Oeste por el otro. Pero si siguen así me van a obligar a escribir sobre ellos.
James Harden. A pesar de lo que viene ahora.
LO PEOR DE LA SEMANA
Si hubiéramos imaginado el peor escenario posible para los Clippers a lo largo del verano, posiblemente nos habría salido algo parecido a lo actual.
Los Angeles Clippers han comenzado la temporada 2025-26 con un balance de 5-11, lo que los sitúa en la decimosegunda posición de la Conferencia Oeste, empatados con el peor net rating de la conferencia y en trayectoria de alrededor de menos de 30 victorias. Estamos hablando del equipo más viejo y uno de los más caros de la NBA en los últimos años, y encima deben su primera ronda del draft a los Oklahoma City Thunder, algo que me temo que vamos a repetir hasta la saciedad a lo largo de la temporada, porque es una CRISIS con todas las letras no solo los Clippers, también para el resto de la NBA que pueden ver a unos Thunder campeones o cerca de repetir, y que se lleven un pick top en un draft cargado de talento.
A esto, claro, se suma la investigación de la liga por el supuesto caso Aspiration, algo que probablemente la NBA se guardará hasta el próximo verano para no afectar en mitad de la competición, pero que sobrevolará durante toda la temporada. Con todo esto creo que no es descabellado decir que los Clippers son el mayor desastre organizativo del Oeste en este primer mes de competición.
Las decisiones del verano, que en papel parecían mejorar el equipo (yo mismo soy culpable de caer en la trampa), por ahora parece que han resultado ser catastróficas.
Bradley Beal: fuera toda la temporada por fractura de cadera tras jugar solo seis partidos porque está más cascado que mi abuelo (DEP).
Brook Lopez: 37 años, irreconocible, le ha llegado el viejazo, 6,4 puntos y 2,1 rebotes de media, prácticamente injugable en lo que yo he visto.
John Collins: 32% en triples, incapaz de defender aleros abiertos atléticos.
Chris Paul: llevándose DNPs de Ty Lue porque es un cono en defensa y un exjugador en general. De hecho, cuando ayer se confirmó que esta es su última temporada yo al principio pensé que estaba anunciando que se retiraba ya mismo.
La supuesta mejora en la rotación no ha sido tal. Norman Powell fue traspasado para hacer sitio y para no tener que pagarle la extensión de contrato que merecía por rendimiento, Derrick Jones Jr. está lesionado para una buena temporada, y Kawhi Leonard también se ha pasado ya más tiempo en la lista de bajas que en la pista.
Lo único positivo es que James Harden, con 36 años, sigue jugando como si fuera candidato al MVP y manteniendo el tipo, como vimos ayer contra Charlotte con sus 55 puntos. De hecho, con la actuación de ayer Harden batió el récord de anotación de la franquicia de los Clippers, y ahora tiene en su posesión ese récord y el de los Houston Rockets (61 puntos). Si no me equivoco, no hay ningún otro jugador que tenga el récord anotador en dos franquicias diferentes. Esperaremos a que Luka meta 82 puntos con los Lakers.
Pero eso de Harden, incluso con su excelente nivel, también tiene una contrapartida negativa. Harden está en más de un 30% de porcentaje de uso, podemos prever que se va a quemar con el paso de las semanas y los meses, el equipo lidera la liga en porcentaje de jugadas en aclarados, y tiene el segundo menor porcentaje de asistencias de la liga.
El resultado final es un baloncesto feo, predecible y fácil de defender: frena a Harden y los Clippers se derrumban. La defensa es un colador cuando juegan juntos Harden y Collins, no hay movimiento sin balón y el ritmo es el segundo más lento de la NBA en un momento en el que en la liga se corre más que nunca. Al menos Norman Powell añadía una variable diferente con sus cortes a canasta y acierto exterior. Ya no tienen ni eso.
Las lesiones han sido brutales, especialmente la de Kawhi, pero también las de Beal y DJJ. Lue ha utilizado ya seis quintetos titulares distintos en quince partidos y ha tenido que tirar de jóvenes y rookies. Jordan Miller, Kobe Brown, Cam Christie y especialmente el rookie Kobe Sanders han dado destellos positivos e incluso han sido titulares, ofreciendo energía, acierto exterior e impacto positivo en general. Por primera vez en muchos años, los Clippers están encontrando contribuciones reales de jugadores de segundo año y novatos. Y tampoco está valiendo de mucho.
Los problemas estructurales son demasiado grandes. El equipo promedia 16,1 pérdidas por partido, entre los diez peores de la liga, comete errores de concentración impropios de un equipo tan veterano, y no tiene química porque Lue no ha podido asentar ni una sola rotación. La defensa entre Harden y Collins es insalvable (¿lo he dicho ya?), Lopez tiene pinta de lastre, y el ataque se atasca cuando Harden no está en modo héroe, cosa que a su edad cada vez sucede menos.
Los Clippers están atrapados: no pueden tanquear porque no controlan sus próximas cuatro primeras rondas, no tienen activos suficientes para entrar en conversaciones serias por una superestrella (o ni siquiera por LaMelo Ball) y su ventana de competitividad con Harden y un Kawhi de cristal parece haberse cerrado definitivamente. Por primera vez en la era Leonard, no son contenders ni pretenders con con esperanzas si la salud respeta. Son simplemente un equipo viejo, caro, lesionado y sin rumbo, condenado a una temporada de transición forzada y probablemente llena de arrepentimiento.
Solo nos queda una salvación posible: que regrese Kawhi Leonard y se mantenga sano y a buen nivel durante al menos 50 partidos más. Y digo “nos”, en primera persona, porque me refiero a los Clippers, pero también al resto de la NBA.
Otros nominados:
Sacramento Kings. A ver si me da tiempo a publicar esta semana que entra el artículo que estoy preparando sobre su inminente reconstrucción.
Milwaukee Bucks. En caída libre y sin Giannis.
Estos fueron LOS MEJORES PARTIDOS de la semana
Cortesía del SofiAlertBot de La Crónica desde el Sofá, que valora cada partido disputado del 0 al 5 sin spoilers.
Chicago Bulls - Denver Nuggets 🛋 4.6/5 Sofis
Philadelphia 76ers - Milwaukee Bucks 🛋 4.6/5 Sofis
Minnesota Timberwolves - Phoenix Suns 🛋 4.5/5 Sofis
Oklahoma City Thunder - Utah Jazz 🛋 4.5/5 Sofis
Portland Trail Blazers - Golden State Warriors 🛋 4.5/5 Sofis
Y el peor partido de la semana lo perpetraron:
Dallas Mavericks - Minnesota Timberwolves 🛋 1.1/5 Sofis
Tremendo, 1.1 puntos. Que levante la mano el que se haya tragado al menos un trozo de ese partido 🙋♂️
CONTEXTO con texto
Cuatro entradas esta semana en NBA con Contexto:
Abierto el turno de preguntas para el mailbag de noviembre (hoy aún estáis a tiempo, esta noche cierro).
Lo del Haliburton Francés se ve que os ha llamado mucho la atención, pues es la entrada más leída del último mes (si exceptuamos estas entradas dominicales de Lo MEJOR y lo PEOR, que han tenido gran acogida). Si no sabes a qué me refiero, aquí lo tienes.
Zach LaVine siempre ha sido una de mis debilidades. Y, ahora que los Kings están de rebajas y empezamos a ver que no tiene valor de mercado, he querido romper una lanza en su favor.
No sé si será verdad que LaMelo Ball ha pedido el traspaso (decir “estoy abierto a un traspaso” es lo mismo que pedirlo), pero estoy seguro de que en Charlotte tampoco se lo habrán tomado. “Verás, ahora que lo dices…”. Aquí analicé la situación de LaMelo.
SE COMENTÓ EN EL TUITER…
Antes de esta temporada se anunció que los lanzamientos desde el campo propio sobre la bocina que fueran fallados no contarían para las estadísticas de los jugadores que lo intente. Como siempre, hubo gente a la que le pareció bien, como a mí, otra a la que le pareció mal, porque era ceder ante los cobardes de los jugadores, y otros a los que les fue indiferente.
En lo que sí que coincidimos la mayoría es que esto haría que los jugadores lo intentasen más. Porque, efectivamente, la gran parte de ellos son unos cobardes a quienes les preocupa más mantener sus porcentajes que esa pequeña probabilidad de que la canasta entre y nos deje un gran highlight.
Y así ha sido. Efectivamente, en este primer mes de competición ya se está notando la diferencia. No en la cantidad de ellos que han entrado, porque yo al menos no me he cruzado con ninguno, pero sí en los intentados. Técnicamente, no solo son lanzamientos desde el campo propio. La NBA los denomina “heaves”, algo que no sé muy bien cómo traducir, y esto es lo que dice la norma:
1) el intento fallido de tiro de campo debe producirse dentro de los últimos tres segundos de cualquiera de los primeros tres periodos del partido.
2) el intento fallido de tiro de campo debe realizarse desde más allá del borde exterior del círculo central prolongado.
Por si eso de “el círculo central prolongado” no queda claro, la NBA lo simplifica también en que cuenta todo lanzamiento que sea más allá de 36 pies de distancia, y esta imagen aclaratoria:
Los datos los aporta Mike Shearer:
En la 2023-24 hubo 537 intentos.
En la 2024-25 hubo 643 intentos.
En lo que llevamos de la 2025-26 ya ha habido 200 intentos.
Teniendo en cuenta que en la temporada actual llevábamos 222 partidos cuando hizo la medición, y que en las otras dos temporadas esos números se hicieron en 1231 partidos cada temporada, el incremento es evidente. Casi el doble. La progresión actual llevaría el número de intentos a sobrepasar los 1100 esta temporada. Intentos que en temporadas anteriores se habrían convertido en un mal disimulado “uy, no me he dado cuenta y he lanzado fuera de tiempo”.
Ahora, hay un guiño en todo esto. Shearer apunta a que al final el instinto de preservación de los porcentajes de los jugadores persiste: lo curioso es que, mientras que los lanzamientos sobre la bocina desde más allá de 36 pies han crecido mucho, los intentos desde dentro de esos 36 pies han descendido. ¿Están los jugadores prefiriendo lanzar desde más lejos, aunque sea más complicado anotar, porque de esa manera si fallan el intento no cuenta para sus porcentajes?
Además esto, Jeanie Buss por fin ha conseguido echar a sus hermanos de los Lakers, aunque para ello haya tenido que vender la franquicia. Pero sobre esto escribiré más en profundidad también esta semana.
Por último, guardemos un minuto de silencio por el sarcasmo en las redes sociales. El bait lo mató.
LA SEMANA QUE VIENE en la NBA
Estos son los cinco partidos que más me interesa ver en la semana que entra:
Cleveland Cavaliers en Toronto Raptors, lunes.
Houston Rockets en Phoenix Suns, lunes.
Detroit Pistons en Boston Celtics, miércoles a las 23.00 hora española.
Minnesota Timberwolves en Oklahoma City Thunder, viernes.
Dallas Mavericks en Los Angeles Lakers, viernes, ¿quién quiere ver a Luka Doncic metiendo 70 puntos otra vez?
CARRUSEL NBA
Estas primeras semanas de la temporada sirven también para ir viendo los cambios de roles que hay a lo largo de la liga, y los jugadores que tienen una importancia mayor o menor hasta ahora. John Schuhmann analiza en la web oficial de la NBA cuáles son los jugadores que más han visto cómo se incrementaba su porcentaje de uso (y también los que han visto cómo se reduce).
¿Otro artículo oficialista? Otro artículo oficialista. También en la web oficial de la NBA, Shaun Powell escribe sobre los Detroit Pistons desde el prisma del cambio de mentalidad de Cade Cunningham.
Amazon sigue haciendo fichajes. Tanto Prime como NBC creo que le han dado un lavado de cara a las retransmisiones de la NBA que era necesario, y que también presiona a ESPN a hacer un mejor trabajo. Por ahora estoy contento con lo que he visto tanto en las retransmisiones estadounidenses como las que he podido ver españolas. Y ahor Prime ha añadido a Zach Lowe a su panel de analistas. Es decir, Prime Vídeo tiene a Lowe y a Sergio Rabinal. Juegan en otra liga.
Los Golden State Warriors son oficialmente una medianía. Que no lo digo yo, lo dice Joe Viray, que los sigue un poco más que yo.
Dos tendencias que estamos viendo en las últimas temporadas en la NBA, y que siguen en esta: el regreso del rebote ofensivo, y el aumento de la presión a toda la cancha.
La ENCUESTA
La semana pasada os pregunté quién era vuestro MVP del primer mes de competición. Estos son los resultados:
Esta es la encuesta de esta semana:
Disfrutad de la NBA.






